De los Faddoul, Sindoni y Juan Bimbas (como Miguel Rivas)

Comienzo diciendo, para que sensibilidad no les nuble la percepción (cosa que a mi me sucede con cierta periodicidad, así que no estoy siendo sarcástico) que SIN DUDA el secuestrar y ajusticiar a punta de escopeta a cuatro personas, entre ellos tres menores de edad, es un acto de excrementosa y repudiable “humanidad”.

Estamos en un mundo en ocasiones jodido e injusto. Se asesina estupida y cobardemente a cuatro personas. Pagan los más inocentes e indefensos, los que no tienen el control sobre el dinero.

Estamos en un mundo en ocasiones jodido e injusto. Al pueblo venezolano le duele más la muerte de los millonarios (¡y no se me arrechen COÑO que saben que es así!, aquí nunca se le da la cobertura a la muerte del hijo de Juan Bimba, a menos de que su muerte haya sido “peculiar”. Mucho menos piden minutos de silencio y “luto”) y aunque parezca que el momento es el menos adecuado, yo pienso diferente. La costra está abierta y es aquí cuando, en honor a los mismos caídos, debemos respetar su vida y repudiar su muerte, buscando la justicia en todos los escaños. Así cicatrizaremos correctamente. No seamos hipócritas. O tratemos de no serlo, al menos.

Desiré Gonzáles Zerpa, la directora de La Mega en San Cristóbal, lleva par de días sacando al aire un lamento de 3 minutos, en el cual demuestra su repudio a los secuestros. Eso en los primeros segundos. Luego, el mensaje, que le llega a miles de personas, continúa con un dramatismo intenso, quiebre de voz, impotencia y -lo que convierte todo lo previo en una “lloradera” o “aspectos negativos”- una descarada admisión de “no tengo nada que aportar” (la cita no es textual, pero se le parece). ¿Por qué tiene que ser estos aspectos los que detonen estas actitudes? ¿Dónde han estado todos estos años? ¿De que sirve ese mensaje sino para alimentar mas la desesperanza, la zozobra, la impotencia y la rabia de quienes lo escuchan?

Y luego lo entendí. Así que estas muertes es para algunos un voto nulo en las elecciones de diciembre. Estas muertes, para muchos, valen solamente el cargo de un funcionario público. Si votan a Jesse Chacón, ¿estarán satisfechos? ¿Eso es todo lo que desean? ¿O es a Chávez al que hay que botar? ¿Con eso si estarán satisfechos? ¿Es eso lo que les dará justicia a la muerte de no solo los hermanos Faddoul y el señor Miguel Rivas sino de TODOS los venezolanos que han muerto injustamente desde el comienzo de su historia? ¿Solo calificas para “símbolo de los caídos” si tu padre es multimillonario?

Mi profesor del seminario “Cultura Democrática y Derechos Humanos” me hace saber cual es su postura política de una manera muy solapada y “correcta”, manifestando que una persona debe abandonar inmediatamente su cargo, si se presenta desconfianza en el ente que está dirigiendo. Perfecto pues, nunca tendríamos delegado de curso, ni director de colegio, ni presidente (en una elección, imagínense, todos los que NO votaron por el electo lo hicieron porque no confiaban en él). Anarquía pura. Abajo la democracia ¿Y la legitimidad donde queda?

Si funcionarios públicos tienen responsabilidad directa en la violación de los derechos humanos, deben ser sancionados y removidos de su cargo, sin duda alguna. Si la responsabilidad es indirecta, se menoscabará su eficiencia y por ende, su confianza. Se debe sopesar los logros y las fallas. Repasando a “los medios”, veo como la matriz de opinión pide “la cabeza” de Jesse Chacón o de Hugo Chávez, mientras que, mientras limpian el cañón de sus escopetas, los verdaderos responsables (o responsables directos pues) observan por televisión como Cameron Diaz, que gana de 10 a 12 millones por película, destroza la vida de un fotógrafo logrando que se le condene por 44 meses de cárcel (plus una jugosa indemnización económica) por haberla chantajeado con unas fotos de sus tetas. Difícil situación.

Apedréenme ustedes.