El pequeño y simple cuento de Bush-Neuman para niños

Alfred George Bush Neuman se despertó el día siguiente a su elección como presidente. Aunque su casa estaba bastante sucia (La casa tenia una extraña aromatización a basura, excremento, papeles quemados y semén), Bush hizo caso omiso a esto y lo primero que hizo fue espiar por su ventana al vecino. Este comportamiento nació de ver repetidas veces a su padre Alfred George Bush Neuman Sr. y su padrino Dick Cheaney hacer lo mismo.

Bush Neuman envidiaba las riquezas de sus vecinos, aún cuando su casa era mucho más grande y lujosa que la de ellos. Muchos de sus vecinos admiraban la casa de Bush Neuman y le regalaban constantemente objetos para poder decirle a terceros que Bush Neuman era su amigo.

Otros vecinos miraban con otros ojos a Bush Neuman. Les parecía un tipo engreído y poco inteligente. Bush Neuman hablaba mal de ellos con otras personas y eventualmente les destruía el jardín con morteros y les caía a piedras a sus casas. Muchas de esas veces sus empalagosamente halagadores vecinos lo ayudaban.

Los vecinos victima, con dignidad y una molestia reprimida, trataban de arreglar los daños de Bush Neuman e incluso le advertían que dejara de mirar hacia fuera y mirara hacia adentro, hacia su casa, donde cada vez la infraestructura estaba mas sucia, quebrada y precaria. "El techo se le esta abriendo, tenga cuidado", le decían.

Bush Neuman nunca hizo caso. Neuman nunca le prestó atención a las goteras de su casa. Bush Neuman gastó sus ahorros y energías en chinas, morteros y piedras para sus vecinos poco queridos. Ahora se le llenó la casa de agua, la cual cada vez está más en ruinas y Bush Neuman no puede comprar tobos, ni haraganes, ni coletos.