Disfraz de mosca con nueva vista incluida

“Descanse y duerma bien la noche anterior de la cirugía”

3 DVD’s alquilados a las 8 PM mas una cena por ahí me hizo imposible cumplir esa norma. Me acosté a las 4:30 AM y me levanté a las 7. Cuanta irresponsabilidad.

9 AM. Centro Clínico. Muchas personas con lentes, nerviosas. Yo, cabeceando de sueño. Despierto. Mi nombre. Paso a un camerino donde me dan esa vestimenta de hospital que tuvo que haber sido diseñada por un bufón coño de su madre como su última broma vitalicia. Es imposible no verse ridículo con esa capucha de baño de mujer, esas bolsas azules en los pies y el mono ochentoso azul pálido tipo video de “Physical” de Olivia Newton John. Una enfermera me pone la anestesia en gotas.

Ingreso al quirófano o su nombre equivalente. Veo de lejos al doctor, sólo lo reconozco por su voz. Me siento en una silla increíblemente reclinable. Estoy prácticamente acostado. A partir de ese momento soy parte de una máquina. La silla se traslada hacia la derecha, veo un panel con muchas luches. En el centro, una aureola verde con un centro rojo. Me tapan todo el rostro menos el ojo derecho. Me colocan un retenedor tipo La Naranja Mecánica y me piden “que lo ayude” (esto es, abrir los ojos bien grandotes). Líquido y una manguerita que succiona. El doctor se limita a su trabajo y a repetir infinidad de veces las siguientes frases: “todo va perfecto, campeón”, “no te muevas” y “mira la luz roja”.

Me “enroscan” algo en el ojo. “No vas a ver nada por un segundo”. Una hojilla (creo), rasga mi cornea. No duele pero frikea un poco. Luego, mas líquido e instrumento “limpia-ojos”. Veo la luz roja, escucho una maquina prenderse y un sonido “eléctrico”. Es el láser actuando. 4 minutos después de haberme sentado, el ojo derecho está listo.

Idéntico procedimiento con el ojo izquierdo. La diferencia es que esta vez, quizás por alguna especie de contra-placebo, sentí por fracciones de segundo cuando la hojilla cercenó mi cornea. Nada grave.

Fin de la cirugía. Me ponen mi disfraz de mosca transparente (estamos entrando en Carnaval) y pal cafetín a disfrutar la primera comida del dia. Par de hojaldres de pollo y el glorioso Toddy frío.

Gotas, un leve ardor temporal y listo. Ya veo perfectamente. Me siento recién pulido y ciertamente es sobrecogedor no sentir los límites de las muletas. Veo como nunca he visto. Muerte por empalamiento a los ignorantes que creen que esto es una operación estética. No tienen idea de lo que significa volver a ver perfectamente.

Gracias al lemurasesino, por acompañarme, cuidarme y tomar las fotos.