Odio las cadenas y los correos impersonales. Este mal, al igual que los payasos, siguen existiendo inexplicablemente en este mundo, aún cuando todo el mundo dice odiarlos.
Sin embargo, muy de vez en cuando, y cuando uno esta lo suficientemente “open-minded” como para echarle un ojo a uno de estos correos, uno se topa con “creaciones” básicas pero cruelmente ciertas, como esta:
Sin embargo, muy de vez en cuando, y cuando uno esta lo suficientemente “open-minded” como para echarle un ojo a uno de estos correos, uno se topa con “creaciones” básicas pero cruelmente ciertas, como esta:
Asi que Mike Judge, con su película de culto en video “Office Space” (1999) no ha exagerado mucho. Seria interesante que en todos los sistemas empleadores del mundo, a los trabajadores explotados les de “el síndrome de Milton” (El mejor personaje de la película de Judge, encarnado por el actor Stephen Root).
Milton soporta estoicamente durante años la explotación laboral. Para no explotar, se apega emocionalmente a “derechos laborales” como subirle un grado al volumen de su minusculo radio o a instrumentos como una engrapadora roja. Luego de cada abuso o “reubicación”, el pobre Milton sólo murmura para si: “pe…pe…pero no es justo… yo… yo… no me merezco eso…tal vez deberia quemar todo este edificio…”. El abuso se vuelve tal, que hasta la inmaculada engrapadora le quitan, en un acto miserable.
El edificio, entonces, luego de muchos años de abuso, aparece “inexplicablemente” reducido a cenizas. Milton celebra en silencio, tumbado en la orilla de una paradisíaca playa.
La aceptación del personaje de Milton fue tal, que hasta T-Shirts hay.
La moraleja entonces, sería: "Saca el Milton que hay en ti, pero desde el principio. No esperes a acumular tanto como para incendiar tu “punto de engorde”
Milton soporta estoicamente durante años la explotación laboral. Para no explotar, se apega emocionalmente a “derechos laborales” como subirle un grado al volumen de su minusculo radio o a instrumentos como una engrapadora roja. Luego de cada abuso o “reubicación”, el pobre Milton sólo murmura para si: “pe…pe…pero no es justo… yo… yo… no me merezco eso…tal vez deberia quemar todo este edificio…”. El abuso se vuelve tal, que hasta la inmaculada engrapadora le quitan, en un acto miserable.
El edificio, entonces, luego de muchos años de abuso, aparece “inexplicablemente” reducido a cenizas. Milton celebra en silencio, tumbado en la orilla de una paradisíaca playa.
La aceptación del personaje de Milton fue tal, que hasta T-Shirts hay.
La moraleja entonces, sería: "Saca el Milton que hay en ti, pero desde el principio. No esperes a acumular tanto como para incendiar tu “punto de engorde”
5 comentarios:
la primera foto es muy comun verla en la calle, siempre me he preguntado si los obreros en Vzla trabajan en alguna modalidad de relevo donde uno solo trabaja y los demas esperan su turno y le hacen barra mientrastanto.. de verdad es raro pero lo veo todo el tiempo.
Se ve buena la peli, la buscare.
es cierto, por eso siempre me turban esas personas que aparentan ser tan tranquilas, tan apacibles, y que aguantan abuso tras abuso, porque siento que en cierto momento se van a comvertir en asesinos despiadados!!!!!! que horrorrrr!
Milton tuvo un golpe de suerte.. no te recordó esa película aquello de: cachicamo trabajando pa´lapa..
No hay nada mejor que echar carro, o no?... el que lo niegue le cae!
para saber en realidad por que Milton quema el edificio tendras que ver las pelicula.. me parecio muy buena de verdad!
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