Muñeca: Relaciones, rock, insolación y mucha producción

Ve al final de este post. Dale play. Dale pausa. Regresa para leer todo este “chorrero” mientras el video, que dura 5 minutos, carga. Puedes obviar esto y seguir leyendo, claro.

En la actualidad, estoy a punto de iniciar el 5to y último año de la Comunicación Social en la ULA. En 3er año, es decir, en el 2004, me mandaron a realizar un plano-secuencia de una duración de un minuto y medio (el tiempo puede variar). Un plano-secuencia consiste en grabar alguna historia en una sola toma, sin prácticamente mayor edición, y sin parar la cámara.

Tuve muchas ideas pero no hallaba la ideal. Un día, Daniel Soto (Gallagher) me regaló un demo de su banda, Leech. A mi me gustan algunos temas de ellos, probablemente por su influencia de Nine Inch Nails y las guitarras medio blues. Hay otras que detesto (como Analog Girl, que parece una canción de película porno y se los he dicho en mamadera de gallo. “Cuando escucho la canción del oboe, me dan ganas de hacerle el amor a la persona que tengo al lado”…)

En fin, el ultimo tema de ese demo es “Muñeca” que es una canción mas bien lenta. Sin embargo, me gustó. Concebí el video en donde siempre lo hago, en “la buseta”, donde paso mucho tiempo de mi vida, con el discman activado. Me imagine muchas situaciones más bien triviales entre parejas… jóvenes, con hijos, sin hijos, recién casados, solteros, etc. Sin embargo, al final de la canción le faltaba “algo”.

Hable con Gallagher y le explique mi intención de hacer un video sobre “Muñeca”, pero haciéndole unos cambios a la canción. Le dije que quería que el solo de la guitarra sonara en los últimos coros de la canción y que de ser posible unos violines o coros apoyaran el final. Gallagher en absoluto se puso con vainas como “ahora este carajo se la tira de músico” sino que fue muy diligente. Una tarde en su casa, reeditamos la canción. El tuvo bien claro lo que quiso hacer, no solo le agrego la guitarra y unos violines, sino un chelo… en fin, la canción, quedo exacta como la quería y necesitaba.

Luego, me centré en la pre-producción con la gente de mi grupo: Nairbis, Nathaly, Melissa, Lolysabel y Evelyn. Se puede decir que ellas (sobretodo las 3 primeras) hicieron posible el video. Buscaron los permisos, hicieron vendimias (yo solo estuve en la segunda vendimia, ayudando a vender), vendieron publicidades, buscaron colaboraciones… todo con unos simple lineamientos de producción básicos y con la premisa de “nosotros no debemos poner UN solo céntimo en la realización de este video”.

Con respecto al concepto o premisa del video, yo siento que está bien definida, pero tiene una fuerte carga de significación en el espectador. Cualquier reacción al video es suficiente, mientras la haya.

Para lograr un efecto mayor a la hora de transmitir el mensaje, grabamos toda la acción con una versión un poco más acelerada de la canción, para que los movimientos se vean “apausados” (NO en cámara lenta, sino sólo un poco “apausados”).

Además de esto, busqué unos planos de steadycam bien caserita y básica (mas bien un contrapeso para la camarita MiniDV casera con la cual grabaríamos el video) la cual construyó el padre de Melissa, sin costo alguno. Esto no nos garantizaba una perfecta armonización en los movimientos, pero ciertamente se nota la diferencia entre esto y una simple “cámara al hombro”.

Hubo un ensayo con los actores días previos en la plaza los mangos y en la plaza de Rubio. El día anterior al primer ensayo, busqué unos 5 o 6 cassetes viejos, les grabe encima (con una calidad precaria, pero escuchable) las dos versiones de la canción de Leech y las repartí luego entre los actores. A muchos ya los conocía (había trabajado con ellos previamente) y otros venían bien “recomendados” y en el ensayo hicieron su propio casting sin que se dieran cuenta y me di cuenta que eran los indicados.

La grabación fue el 4 de agosto del 2004, en la plaza Bolívar de Rubio, donde queda la iglesia más hermosa de –al menos- el Táchira. Tiene un estilo gótico pero está hecha de ladrillos. Lo único que no me gusta es que la remodelación de la fachada contrasta un poco con el resto de la iglesia, pero es mínimo el contra.

Llegamos bien temprano, como a las 8 AM, desayunamos y empezamos a cuadrar el sonido, necesario para que en un rango de una manzana, todos los participantes del video escucharan sin problemas la canción y supieran los tiempos en que su personaje saldría.

La banda marcial del Colegio Los Andes llegaron también temprano y, junto a Gallagher y Jordi, empezaron a practicar la versión “marching band” de la canción.

A eso de las 12 empecé a colocarme de mal humor. Tenía una insolación latente en mi cuerpo, la cual seguía alimentando por el solazo de ese día. Me dolía muchísimo el brazo izquierdo por una lesión. Luis (el baterista), Nueri (tecladista), Eydie (actriz) y Marycarmen (actriz) no habían llegado. Sin embargo, mi mal humor duró poco ya que Melissa y Nathaly (demasiado eficientes y nobles) se enteraron de mi dolor (yo traté de no expresarlo porque pienso que si el director se queja, todo empieza a joderse.) y me dieron una pastilla de “algo” y además, los ausentes llegaron rápidamente. Nueri (el cual además de estar en Leech, es músico de una orquesta sinfónica regional) llegó quitándose la chaqueta, arremangándose las mangas de su camisa y llevándose a la banda marcial aparte, para calentarlos y pulir el desempeño de ellos.

Cuadramos sonido. Faltaban extras. Muchos nos quedaron mal. Al ver la plaza con mucha gente extraña, sabía que teníamos problemas… la gente iba a mirar la cámara. Tomé el micrófono y repetidas veces explique a la gente lo que sucedía y la petición de que no miraran a la cámara. Luego le pedí el favor a muchos de ellos para que fueran extras. Desde la tarima, tenia todas las acciones a la vista: la banda marcial allá a lo lejos a la derecha, la puerta de la iglesia frente a mi, el café a mi mano izquierda. Fue muy estratégico el micrófono en ese lugar.

Empezó la grabación. Hice par de ensayos grabados, para finiquitar bien las coreografías y los espacios donde los personajes iban a desenvolverse (en estos ensayos, los extras no lanzaban el arroz a los recién casados, por ejemplo) y luego empecé con las tomas definitivas. Fue un momento muy bueno: La música a todo volumen, la plaza con mucha gente viendo la cosa, los actores echándole pichón, yo caminando por todos lados con la cámara y bajando incluso por unas escaleras improvisadas con gaveras, Leech tocando en vivo pero con la pista de fondo, los “recién casados” con extras aplaudiendo y lanzando arroces, la banda marcial tocando al final…

Todas las tomas sirvieron, pero repetí la acción varias veces por detalles (personas viendo la cámara, actuaciones adelantadas, etc.). La 4ta toma fue la mejor. Terminamos de grabar a las 3 y piquito, es decir, 3 horas antes de lo estimado.

Luego Leech tocó en vivo unos cuantos temas por petición de algunos asistentes y luego grabamos en directo el audio de la versión de la canción de la banda marcial (que suena al final del video, cuando ellos se alejan de la plaza).

La grabación fue un éxito. Todo gracias a la disposición de muchos, al dinero de pocos, a los ensayos previos, pero por encima de todo, por la producción de esa “cueva de cuaimas” como lo son Nairbis, Nathaly, Melissa, Evelyn y Lolysabel. Yo termine con una insolación arrechisima en los brazos, cuello y cara, pero como se dice por ahí, “sin dolor no hay placer”.

Luego, el breve proceso de post-producción en el Cine Club UNET. Establecí el formato widescreen, le manipulé un poco el audio, y otras cosas.

Días después, y como ya había comentado en posts anteriores, nuestro video fue rechazado para la evaluación del plano-secuencia (por ende, grabamos “Forma”, que está mas abajo). Poco nos importó pues el producto final resultó ser un éxito, en todos los aspectos. PUMA TV lo transmitió en repetidas ocasiones. (Esto en gran medida al apoyo de Pedro Gómez).

Disfruten este humilde esfuerzo.