lunes, enero 09, 2006

El mejunje asqueroso de Grant Morrison


Y yo que pensaba que Grant Morrison era un gran guionista después de ver su trabajo en New X-Men.

“The Filth” (El Asco) es uno de los trabajos mas arriesgados y libres de Grant Morrison, por su paso en Vertigo. Como obra de arte (no sólo de esta novena arte que es el cómic sino de cualquiera) que se precie de serlo, las interpretaciones y “capas” son muchas.

“The Filth” consta de 13 episodios, en los cuales seguimos la historia del casi cincuentón, barrigón y calvo Greg Feely y su patética vida, la cual es interrumpida por “La Mano”, organización secreta, a mitad de camino entre el aseo y la policía, que se encarga de depurar las aberraciones de la sociedad. Feely ha olvidado que es en realidad Ned Slade, uno de los mejores agentes de “La Mano”.

Lo que sigue después es una serie de elementos bizarros y mordaces que exponen lo mas asqueroso de la cultura occidental, a saber: Un director porno violentamente mediatizado con instintos criminales salvajes, un mono Stalinista francotirador que por su extrema “coherencia” práctica detesta la condición humana, un presidente estadounidense con senos de silicón que disfruta ser violado mientras encarna a Marilyn Monroe, un actor porno que eyacula esperma negra, un ex héroe con atrofia muscular y un hombre que se debate entre erradicar las inmundicias del mundo y una crisis de mediana edad.

Traduje unos fragmentos de una entrevista a Grant Morrison, que ilustra mucho mejor de lo que yo pueda seguir escribiendo aquí, a “The Filth”:

Hubo un tiempo en el que estuve leyendo acerca de cómo los antibióticos en realidad contribuyen a la degradación del sistema de inmunización humano y como algunos doctores habían empezado a inyectar polvo casero y sucio a los torrentes sanguíneos de los niños en un esfuerzo de fortalecer las autodefensas naturales otra vez. Me gusto la idea como una metáfora del estado de apatía, miedo y violencia –la cual ha acaparado a America y Gran Bretaña en particular – y la usé para construir esta historia. "The Filth" es un intento de “inyectarle” a mis lectores un mejunje sanador de ideas infames, emociones hirientes e imágenes inaceptables.

Mi idea fue tomar todo lo “asqueroso” de nuestro mundo y alquimicamente transformarlo en un mejunje sanador. Es por esto que use mucho humor negro. Es una cuchara gigante de azucar que ayuda a la vil medicina a bajar por la garganta.

Para ayudar a curar estas deficiencias emocionales, "The Filth" puede entenderse como una inoculación sanadora de mugre. Estoy deliberadamente inyectando los peores aspectos de la vida en la cabeza de mis lectores en pequeñas y humorísticas dosis de metáforas y símbolos, en un esfuerzo par ayudarlos a sobrevivir los torrentes de suciedad, horror y porquería a la que somos expuestos todos los días –especialmente en las “blancas culturas occidentales”, cuyas industrias de entretenimiento trafican con un mezclote (pervertido y nublador-de-mente) de violencia fantástica y sexualidad degradante mientras viven a sus anchas a expensas de los pobres de otros países.

Imagina la manera como el sistema inmunológico humano trabaja para regular los procesos internos del cuerpo. Imagina al Status Q como la temperatura natural del cuerpo. Imagina las amenazas del Status Q como las fiebres y enfermedades las cuales tienen que ser erradicadas y contenidas por nuestras propias defensas naturales. El “Cuerpo” en este caso siendo la Sociedad y el sistema inmunológico siendo “La Mano”

Grant Morrison ha creado un comic clásico y le gustaría verla en el cine, con Bruce Willis como Greg/Ned y Mickey Rourke como Spartacus Hughes, con, preferiblemente, Terry Gilliam como director. Eso sería digno de verse.

En fin, No hay pérdida alguna en leer “The Filth”. El trabajo artístico de Chris Weston y Gary Erskine junto a las portadas “fármaco-modernistas” de Carlos Segura, van acorde a las “inyecciones protectoras” de Morrison las cuales no son agujas hipodérmicas sino vacunas.

PD: El chistecillo de “Fox News”, es mío.

PD2: Aquí pueden apreciar las portadas “fármaco-modernistas” de Segura, de "The Filth".

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