sábado, marzo 24, 2007

El elefante que no quiso ser escamoso

Un comentario en el post de Los Valentinos, me hizo recordar otra anecdota circense que me sucedio años despues.

Lo recuerdo ahora clarito. Habian 3 elefantes en el ruedo. El domador los estaba obligando a bailar "el pirulino" de Pedro el Escamoso, pues. A punta de latigazos y palabras de cariño.

Uno de los elefantes se quejó emitiendo un trompetazo ensordecedor. Los otros dos le siguieron la cuerda. Empezaron a agitarse. Uno de ellos se saltó el ruedo y, algo apresurado, se dirigió directamente a la parte del público donde estaba yo. Los gritos de pánico empezaron a sucederse.

Yo le temo a tres cosas en mi vida. Ese día descubrí que elefantes arrechos en revolución no era una de ellas. Quizas fue por el contexto. Yo observé todo con los ojos muy abiertos y una sonrisita casi incrédula.

El escuchar la cumbia "pirulin pin pon", junto a los gritos exagerados del público (sobretodo las mujeres) aterrorizado, los latigazos y el grito desesperado de un mexicano con voz de muppet afirmando que "no pasaba nada" (cuando todos nuestros sentidos estaban siendo bombardeados con evidencias contundentes de que SI estaba pasando algo) es quizas una de las cosas mas bizarras que me sucedieron ese año.

No hubo show de elefantes. Mucha gente se fue. Los que nos quedamos vimos como se llevaron los elefantes a coñazos mientras el muppet mexicano negaba con la cabeza, como diciendo "Ya está defectuoso Makimba (nombre de elefante inventado)".

Despues vino el show de un peluchito de juguete que sorprendentemente caminaba y hacia piruetas como si tuviese vida propia. Despues descubrimos que era un perrito atrapado en un traje de peluche, que hacía todo eso para recibir comida de su entrenadora, la cual se inclinó hacia el desesperado can. La entrenadora tenía piernas apetitosas. Quizás eso fue lo que todos vimos al momento de la cruel revelación.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Dios que es eso? el circo del terror???

donacoca dijo...

La verdad chico, es una historia rara, entre triste y divertida, lo lamentable es que sea verídica.
Mira yo los circos con animales no los puedo ver.
Me ofenden, si, me ofende. Ver esos enormes animales, secuestrados y obligados a hacer tonterías, ¡que dolor!
Amo la libertad, pero la libertad para todos, creo que si un ser humano transgredió las leyes debe ser castigado, pero.....que leyes transgreden los animales en su hábitat?.
Quizás no estés de acuerdo conmigo, pero me duele el corazón de solo pensarlo.
Por otro lado tu anécdota muy bien contada.
Un abrazo bloguero

Mel dijo...

chamo tú te la pasas metido en un circo! jejeje...

He visto como tratan a esos animales, y cómo los tienen, lo que da es lástima, por eso no me gustan los circos, y por los malditos payasos que no son graciosos.

saludos

Stokma dijo...

no pasa naaaaaaadaaaaaa
(8) pirulin pin pon (8) AAAAAAAAHHHHHH ! lol

no tiene precio...

P.D.: Me hubiese gustado ver que Makimba le hiciera esto al entrenador.. http://www.break.com/index/another_day_at_the_zoo.html

ベル dijo...

Detesto los circos, y sufro de algún tipo de fobia a los payasos. Además, el maltrato a los animales detrás de eso me enferma. Estos dos últimos posts sobre el mundo de los circos vistos a través de los ojos de un chamo son un viaje, escenas vistas a través de una botella.

Muy agradable
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Anónimo dijo...

Pues eso ocurre, los animales tambien se cansan de ser explotados y de alguna manera se rebelan ante el maltrato.
Es muy triste y doloroso ver a esos pobres seres y pensar en lo que es su vida en un circo o en cualquier otro sitio donde sean obligados a hacer cosas contrarias a su naturaleza.

Gracias por ese post!

Anónimo dijo...

Pues eso ocurre, los animales tambien se cansan de ser explotados y de alguna manera se rebelan ante el maltrato.
Es muy triste y doloroso ver a esos pobres seres y pensar en lo que es su vida en un circo o en cualquier otro sitio donde sean obligados a hacer cosas contrarias a su naturaleza.

Gracias por ese post!

Anónimo dijo...

El maltrato hacia los animales es una de las causas ó cosas por las que detesto los circos.