jueves, marzo 15, 2007

Mi oscura entrevista a Los Valentinos

Hace par de años, según Fabrizio, la “t-shirt” (teacher) Jenny Bustamante (aquella a la que NO le agradecemos en los créditos de Houdini) le hizo una edición censurante a un documental sobre la vida en el circo (Gasca o Valentinos, no recuerdo) que mi amigo y su grupo habían realizado, alegando algo así como que era “muy decadente y negativo”. Lo que quedó, entonces, fue prácticamente una descripción de la parte bonita del circo. Yo me quedé con las ganas de ver la edición original de ese documental.

Luego recordé.

Calculo que fue en 1990 o 1991. Yo era la “voz estelar” de un programa de radio infantil regional llamado “Chiquilladas”. De visita a la ciudad estaba el Circo de Los Valentinos con los ídolos nacionales del momento: Renato, Valentino y Polito.

Los Valentinos estaban en su mejor momento. No eran dos o uno y medio, como en la actualidad. Eran tres, mas el papá. Estaba Polito, sin duda el más popular de los tres. No se veían como adultos imitando a Barney el dinosaurio, sino como simpáticos niños sobreactuando y payaseando. No se llevaban a muchachas a los trailers deseosas de ser penetradas, sino que, máximo, se dejaban recibir piquitos y besitos en los cachetes, cuando nadie estaba viendo. Se bastaban con su buen humor y carisma. No como ahora, que tienen que apelar a otros talentos como trapecista, payaso profesional y domador de leones.

Estaban en la cumbre. Y mi adulta co-locutora y yo (Enrique y Ana en negativo y regionales) teníamos permiso para irlos a visitar en “su casa” para una entrevista radial. Se suponía que era todo un privilegio poder ir a entrevistarlos a su lugar, pues las cámaras de televisión no tenían acceso al lugar (ni siquiera Venevision).

Días antes habíamos entrevistado brevemente a los Valentinos en la radio. Polito no dejo de mirar hacia los lados nerviosamente. No supe si actuaba o lo hacía en serio. Valentino fue el mas centrado. Fue el que respondió casi todo certeramente. Renato estuvo casi toda la entrevista sentado en su silla con las manos en las piernas, la mirada fija hacia la pared, haciendo muecas y caras extrañas. Eran unos personajes inquietantes. Tenían aires de rockstars. Estaban sobrados. Sin embargo, a excepción de algunas “salidas” de Polito, no eran pedantes, pero si muy seguros de sí mismos.

A los dos días, llegamos al circo. Un señor muy anciano y con muy mal olor se nos acercó. Era nuestro guía. Si mal no recuerdo, no sólo era como “la nana” de los Valentinos, sino que también era su profesor. Los tres hermanos (Polito es primo hermano de Renato y Valentino, pero me referiré a los tres como “hermanos”) le hacían caso incondicionalmente.

Llegamos al trailer de los hermanos. Unas 12 niñas-muchachas estaban apostadas en la puerta llamándolos a gritos. Uno de ellos, Valentino, salió un momento, mitad harto de los gritos, mitad curioso por las muchachas. No bajo del trailer sino que las saludó y empezó a hacer malabares, arropado por los gritos de las muchachas-niñas. El anciano con mal olor, nuestro guía, le gritó salvajemente para que se metiera nuevamente en el trailer. El muchacho lo hizo inmediatamente, sin rechistar siquiera. Las muchachas lanzaron su “awwww, ¡sal!, ¡sal otra vez!”.

Entramos al trailer. No hay palabra que describa mejor el interior del lugar que de “chiquero”. Un penetrante olor a vomito recorría el húmedo y MUY oscuro lugar lleno de backings de madera. Dos catres fueron nuestros muebles. Uno para los Valentinos, otro para nosotros. El anciano se quedó afuera, espantando a las muchachas.

No recuerdo nada de la entrevista porque la atmósfera de ese momento me impactó. Los Valentinos estaban sin sus trajes habituales. Su postura y actitud era diametralmente opuesta a la del día en la radio. Miraban hacia al piso, como con pena. Tartamudeaban. Sus ojos me impactaron. Eran profundamente tristes. El mundo colorido, exitoso y famoso tenía su contraparte oscura, decadente y hasta estructuralmente miserable.

Sentí lastima en aquel momento por los Valentinos. Supongo que en mi mente infantil codifique todo aquello de una manera más dramática: Tres niños obligados a sonreír y payasear frente a las cámaras, que ni siquiera podían disfrutar de su éxito, pues un anciano carcelero les evitaba el contacto con sus fanáticas y los obligaba a leer, estudiar y a practicar sus actos. Y vivían en un infrahumano lugar. Y yo que juraba que ellos debían ser millonarios y vivir a sus anchas.

Hoy recordé eso sin ninguna razón aparente. He visto su pagina web y sus fotos. Renato y Valentino siguen siendo la cabeza del circo. Parecen felices. Polito es trapecista pero no está con los Valentinos. No hay registros actuales de su paso por este circo. Todo es Renato y Valentino ahora. Parece que el trato está hecho y todos parecen estar conformes con eso.

“¿Universidad o Circo?” siempre preguntaron los herederos de Jesús Fuentes Zabalsa y Maria Luisa Gasca (de esa unión de la década de los 30 han surgido prácticamente TODOS los circos famosos de América Latina, contando, entre otros a los de Los Hermanos Gasca y Los Valentinos) a sus hijos. “¡Circo!” es lo que, supuestamente, siempre contestaron.

Y yo recuerdo esa oscura entrevista. Quizás en aquel momento la pubertad y su exceso de hormonas estaban haciendo estragos en los Valentinos. O en mí. Quizás es común en los primeros años de la vida circense, sentirse ajeno a todo. Quizás yo debería dejar de ver “Carnivale” por HBO. Pero es que la vida del circo, esa dualidad “nómada-sedentaria” de los trailers sucios, el excremento de elefante, los algodones de azúcar y el aplauso del público siempre llamará mi atención.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Para mi los circos(no todos pero si la mayoría)representan decadencia, he oido y leido muchas historias como la que relatas en tu post, y creo que por eso no me sorprende; ahora no se si pensan que esos muchachos son culpables de perpetuarla o si por el contrario son victimas.

Pues por un lado continúan con ese negocio, pero por el otro ese es el mundo que sus padres les han enseñado y el que conocen.

Elba Poleo dijo...

Aquí en Europa la vida circense es todavía muy activa, pero creo que la gente del circo debe vivir bien, si hasta la princesa Estefanía de Mónaco tuvo un sonado romance o, no sé si se llegó a casar con un trapecista. Europa es así, todavía conserva, vive y valora mucho la vida campestre, pero combinada con lo último en tecnología y política pública. Aquí(en el pueblo o ciudad pequeña donde vivo: Vic-Barcelona), las vitrinas de las charcuterías no tienen nada que envidiarle a las de cualquier boutique, en cuanto a glamour se refiere, no sé si se deba al hecho de que también hay mucha cultura gastronómica, pero funciona así. "Vic la ciudad del Porc(cerdo, cochino), pero una "A" en política social y cultural".
P.D.: Yo también conocí a Los Valentinos, era una de esas adolescentes que le pedían autógrafos y me quedé enamorada de "Polito" era un niño muy guapo.

Ricardo dijo...

Creepy... pero más aún es que Garzón está ya en barquisimeto... parece que pronto tomará por asalto los estados centrales...

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=bDXBn6wtjDk

Spot publicitario sobre la libertad para la materia: Publicidad del tercer año de Comunicación Social en la ULA- Táchira

Sievcat dijo...

Seeee los Valentinos, maravillosos dias del Circo de las Complices y los chistes del colegio...

Seee, chiquilladas!!! seeee, el Autobus Amarillo seeeee, TRT siiiiiii todo es lo mejor.

Mel dijo...

pobrecitos esos carajos, claro, cuando eran pequeños... supongo que ahora nadie les dirá qué hacer...

Impactante escrito.

Camilo Ernesto Reyes Rodríguez dijo...

Vine a través de tu comentario de RCTV...

Desgraciadamente los circos detrás de su parafernalia y su colorido hay historias oscuras y tristes de personajes populares de esos lugars. La novela Kassandra reflejaba mucho de esa vida. Saludos.

Saouri dijo...

Todo niño o niña venezolano asistió alguna vez al circo, en los 90's... y adoró a ese trío de muchachitos.

Yo no, porque siempre fui una niñita rara, molesta y autista (no es que haya cambiado mucho jejejeje), pero puedo decir que odiaba esas sonrisas fingidas y tanto destello colorido.

Pero sobre todas las cosas...odia a la cochina canción de la Gallina Turuleca, que ha puesto un huevo, ha puesto dos, ha puesto treeeeeees

P.D.: o sea, Reinder, tu eres farandulero desde chiquitín? Kawaii desu neeeee ^_____^

Unknown dijo...

Soy todo un farandulisto, mi venezolana (muy a tu nipon pesar) amiga. jejejeje.

Unknown dijo...

Pues, la verdad los circos no fueron tan interesantes para mi, tal vez era un niño aburrido que le tenía miedo a los payasos (gracias a Popi), salvo en pocas ocasiones que me lograron sorprender como los payasos suicidas del circo de Moscú.
Lo de los valentinos durante el doc “Tras la carpa” nos demostró una realidad que sabíamos íbamos a encontrar, vidas trajinadas por el duro trabajo que representa ser parte del circo. Sin embargo encontramos más, como condiciones de pobreza extrema atado a una vida de trailer.
Bustamante sí nos quitó muchas cosas importantes de ese docu que le hizo cambiar el sentido. Quedó como un video institucional con ganas de profundizar sobre ciertos temas, o sea que sólo se tocó la crítica de manera muy, pero muy superficial.
La versión original, no la pude salvar. Me quedé con una versión con algunos cortes (de la profesora) y la versión final la dejé en la ULA.
“En un cofre de vulgar hipocresía” aludiendo a una canción de Vikki Carr, decía un “triste” payaso del circo los Valentinos, lo que para mi resumió muy bien lo que queríamos mostrar.

Saouri dijo...

Nipon pesar?
Cuando dije yo que quisiera tener los ojos como un ojal? O.o

Pero si a mi me encanta ser venezolana como una empanada de cazón en el Ferry de Puerto La Cruz.

Saludos.

Anónimo dijo...

Otro aspecto de los circos es el maltrato a los animales, a quienes torturan fisica y sicologicamente para que aprendan rutinas contrarias a su natural conducta. Y aunque los cirqueros digan que no los maltratan y que utilizan metodos no violentos, el solo hecho de encadenar animales y obligarlos a vivir y a viajar es de por si un maltrato.
Pero por mas excusas que esta gente diga, los animales son maltratados, explotados, esclavizados.
En varios paises de Europa se ha prohibido el funcionamiento de circos que usen animales y dueños han sido juzgados por maltrato a los animales.
De ahi que haya surgido una maravillosa opcion que es el Cirque du Soleil.
Les recomiendo esta pagina, donde se expone la realidad de los circos.
http://www.uva.org.ar/circo1.htm

Unknown dijo...

Eso me recordó otra anecdota circense que me sucedio años despues.

Lo recuerdo ahora clarito. Habian 3 elefantes en el ruedo. El domador los estaba obligando a bailar "el pirulino", Pedro el Escamoso, pues.

Uno de los elefantes se quejó emitiendo un trompettazo ensordecedor. Los otrs dos le siguieron la cuerda. Empezaron a agitarse. Uno de ellos se salto el ruedo y, algo apresurado, se dirigió directamente a la parte del público donde estaba yo.

El escuchar el "pirulin pin pon", junto a los gritos de las personas asustadas, los latigazos y el grito de un mexicano con voz de muppet afirmando que "no pasa nada!" es quizas una de las cosas mas bizarras que me sucedieron ese año.

Anónimo dijo...

De los tres valentinos que estaban cuando eran niños actualmente valentino y renato son los que mas se nombran y se ven, el mas pequeño polito dices que es trapecista actualmente, que paso con el? es trapecista en el circo de renato y valentino? por que no figura con renato y valentino como antes?

Jose F. Canelon dijo...

Reindertot.. Gracias a dios una persona como tu sabe lo malo de los circos.. sin duda alguna el maltrato q los animales tienen y sin dejar a un lado la vida poco feliz de sus dueños, es causa valida para q los venezolanos nos dejemos la idea de q el circo es diversion, eso es puro maltrato animal y vidas humanas atropelladas..

sin embargo, cada quien tien su ultima palabra.. yo solo digo que no deberiamos dejar q una cultura de miseria y dolor llegue a nuestro pais haciendose pasar falsa y enmascaradamente por divertido.