Durante meses subestimé estupidamente a los Kaiser Chiefs. Pensé que era otra banda británica mas tratando de emular las glorias pasadas de Blur o recientes como las de Franz Ferdinand.
Si bien ciertamente su álbum debut “Employment” fue producido por Stephen Street, el mismo del “Parklife” de Blur, Kaiser Chiefs se influencia en su justa medida de la banda de Cox y Albarn. Toman el espíritu acelerado-punk-fiestero-con organito circense del Blur de los primeros años y lo usan como base para muchas otras cosas.
Kaiser Chiefs usa mucho el piano rocanrolero cincuentoso a veces surf (acompañado por las palmadas clásicas) y los sonidos electrónicos del mejor new wave ochentoso. En este tipo de temas The Kinks, Supergrass, y The Jam están allí en el imaginario de la banda.
Pero es el espíritu mas presente en las canciones mas lentas y melancólicas como “Oh My God” (mi favorito) y “You can have it all” y que al parecer ha pasado desapercibido por las críticas mas importantes, la que me enganchó. Me refiero a la influencia de la memorable, genial pero siempre subestimada banda The Moody Blues (si, los de “night in white satin”… uno de sus peores temas). En estos temas, los coros “blureros” se transforman en místicos y sobrios acompañamientos de la –a veces- grave voz del vocalista Ricky Wilson que suena mucho a la de Justin Hayward o la de Mike Pinder.
Si bien ciertamente su álbum debut “Employment” fue producido por Stephen Street, el mismo del “Parklife” de Blur, Kaiser Chiefs se influencia en su justa medida de la banda de Cox y Albarn. Toman el espíritu acelerado-punk-fiestero-con organito circense del Blur de los primeros años y lo usan como base para muchas otras cosas.
Kaiser Chiefs usa mucho el piano rocanrolero cincuentoso a veces surf (acompañado por las palmadas clásicas) y los sonidos electrónicos del mejor new wave ochentoso. En este tipo de temas The Kinks, Supergrass, y The Jam están allí en el imaginario de la banda.
Pero es el espíritu mas presente en las canciones mas lentas y melancólicas como “Oh My God” (mi favorito) y “You can have it all” y que al parecer ha pasado desapercibido por las críticas mas importantes, la que me enganchó. Me refiero a la influencia de la memorable, genial pero siempre subestimada banda The Moody Blues (si, los de “night in white satin”… uno de sus peores temas). En estos temas, los coros “blureros” se transforman en místicos y sobrios acompañamientos de la –a veces- grave voz del vocalista Ricky Wilson que suena mucho a la de Justin Hayward o la de Mike Pinder.
En el resto del disco, la voz de Ricky Wilson (que es una especie de Tommy James post-moderno), para que se formen una idea, es muy parecida a la de Simon Le Bon, de Duran Duran, lo cual es sin duda un acierto.
En fin, para no extenderme mucho, aquí les dejo “Oh My god”.
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2 comentarios:
Bajandolo estoy...
Este grupo me parece excelente, ya llevo tiempo escuchandolo y me encanta... es cierto tiene algo que los diferencia pero nada excepcional, me gusta su estilo.
Saludos!
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