La Esposa de El Cantante

J-Lo quiere que la tomen en serio. J-Lo baila. J-Lo canta. J-lo actua. J-Lo diseña. Pero aun así no la toman mucho en cuenta artísticamente. Si no, pregúntenselo a Kevin Smith y Ben Affleck, quienes andan algo arrepentidos por haberla puesto en las portadas de “Jersey Girl” en primer lugar.

J-lo entonces reivindica su sangre latina, aun cuando no habla perfecto el español. J-lo revisa una lista de celebridades latinas legendarias fallecidas a las cuales hacerles un homenaje. ¿Celia Cruz? (“Damn, I ain`t going to use a prosthetic nose on me!"), ¿Ibrahim FerrerI? (“who?”). ¿Hector Lavoe?.

Hector Lavoe.

J-lo tiene a un ciertamente buen cantante como esposo, como lo es Marc Anthony, el cual, además, ha realizado cierta incursión en el cine (siempre haciendo el papel del mal esposo drogadicto impotente y frágil, pero eso es tema para NINGUN otro post). Mandado a hacer.

Pero momento, J-lo, principal productora de la película, no deja en paz al escritor/director Leon Ichaso. J-lo interpreta al tormentoso amor de Lavoe, “Puchi”. Además, “Puchi” es quien nos cuenta la historia. “Puchi” tiene la mayoría de las escenas y diálogos. “Puchi” sufre. Marc Anthony/Hector Lavoe se queda a ratos limitado a ser un mero espectro detrás de “Puchi”. “Puchi” habla, grita, llora, mientras Anthony/Lavoe se limita a sentarse a pasar su traba, mientras juega con sus anillos. “Puchi” tambien mueve sus nalgas y esnifa coca, asi que Lavoe tampoco tiene esa "escandalosa" exclusiva. “El Cantante” termina entonces siendo realmente “La Esposa del Cantante”. Un homenaje a una leyenda de la salsa como excusa de J-lo para vitrinear una actuación dramática, que si bien no apesta, es totalmente olvidable (en parte gracias al hecho de que uno quiere ver salsa y a Lavoe, no a "Puchi" a cada rato).

"Marc, quedate tranquilito ahi sentado pasando la trabita, esta pelicula es realmente sobre mi ¿Ok papi?"

Y es una lastima, pues ignorando aspectos como el chupe de cámara de J-lo, el hecho de que el verdadero Lavoe es 2 veces y medio mas grande que el flaquito de Anthony y algunos otros detalles de dirección, los medleys musicales estuvieron a la altura. La elección de temas y su relación con la vida real de Hector fueron un acierto. Su ruptura en el escenario con Willie Colón, su paso por las drogas, su paso con La Fania, su rehabilitación clinica y santera, la muerte de su hijo y otros elementos, bien planteados musicalmente. Lastima que la película no se afincó en esta premisa. Anthony/Lavoe (e insisto en colocar ambos apellidos juntos pues aunque Marc logra convencer en el escenario con su vestuario y movimientos que es Lavoe, su voz no es otra que la suya. Es un extraño hibrido de Lavoe con la voz de Anthony) contagia salsa por todos lados. Quiero bailar salsa. Se nota en las escenas musicales que el director Ichaso, aun ponchando varias veces a la cara de J-lo/Puchi bailando y viendo a su esposo, logra zafarse del acoso por protagonismo de la diva latina, y logra desplegar un poco a Lavoe y la poderosa estética de la salsa, quienes debieron ser en todo momento los verdaderos protagonistas de la cinta.

Sin embargo, con J-lo como cabeza de cartel, creo que mi amigo Vemeko resumió efectivamente “El Cantante” en una simple y demoledora frase: “pudo haber sido peor”.