Babel es una película clásica de la dupla Arriaga-Iñarritu a escala mundial, con una profunda critica a la paranoia del gobierno estadounidense. Son diferentes historias en cuatro países cultural y geográficamente muy distintos (Japón, Marruecos, Estados Unidos y México, con sus personajes en uno u otro lugar) y las relaciones y consecuencias que cada acción tiene sobre la otra.
Uno de los aspectos mas grandes de “Babel” es la afirmación de que no es meramente la diferencia de idiomas lo que impide la comunicación, sino las paranoias y diplomacias estadales de –sobretodo- Estados Unidos y otras naciones. El desbalance entre la enorme atención política y del aparataje mediático a un accidente de una turista estadounidense calificado por el gobierno estadounidense paranoica y erróneamente como un “acto terrorista” y la historia de una mexicana cuidadora de niños que sufre injustamente el maltrato del mismo estado, por las mismas causas: la desconfianza y la predisposición.
En este apartado yo destacare a Adriana Barraza en el gran papel de Amelia, una niñera mexicana a cargo de dos niños estadounidenses, que, por osar llevárselos una tarde a su casa natal para poder asistir a la boda de su hijo, termina enredada injustamente en la problemática de la frontera mexico-estadounidense. Un personaje martirizado injustamente, que acepta como “torpeza” algo que no debería serlo.
Gael García Bernal hace un breve pero carismático trabajo. Brad Pitt, conscientemente envejecido, hace también una buena interpretación del descontextualizado turista estadounidense en Marruecos. De Pitt esto no impresiona. Blanchett cumple pero no deja huellas. Rinko Kikuchi, en el papel de la sordomuda y trastornada Chieko, hace creíble un personaje que, por sus características, pudo haber empalagado.
Sin embargo, no toda la culpa es de los republicanos. “Babel” deja claro en sus dos horas y picos la intencionalidad de su “tagline”: “Si quieres ser comprendido… escucha”. El estado es culpado en su justa dimensión, pero siempre será fundamental y prioritaria la comunicación individual. Una de las secuencias mas subestimadas pero mas simbólicas del asunto es cuando el turista gringo Richard le ofrece dinero al marroquí que lo ayudo incondicionalmente (luego que el resto de los turistas europeos huyeran en busca de aire acondicionado) durante su tragedia y éste no lo acepta. Richard se asombra profundamente, haciendo prácticamente un “insight” de cómo si puede existir verdadera solidaridad, en una sociedad totalmente capitalizada.
4 comentarios:
Hola. Excelente reseña!!! Muy buena descripción de los personajes y sus entornos. Yo tampoco creo que le den el Oscar por todas las razones que mencionas, pero sí estoy segura que serà nominada... ;)
Saludos
@>-->-
buen film. esperemos resultados.
Y que te esperabas de un gobierno? Que te esperabas de los policias que son sus verdaderos agentes?
Peor aun: Que te esperabas de un gobierno, una vez que se obsesiona y le da carta blanca a los policias?
Cobrar impuestos (para que no diga que no le tiro a los democratas tambien) y hacer cumplir la ley (cualquier ley por absurda que sea) es un trabajito que se hace a rolazos, no con caricias. Sera que menos leyes, menos rolazos para los bolsas?
estoy de acuerdo, pero a la vez la trama me parecio muy lineal. Pudo ser mejor.
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